PARTE 1: VÍA DE ADMINISTRACIÓN ORAL
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FORMAS FARMACÉUTICAS Y VÍAS DE
ADMINISTRACIÓN
La forma farmacéutica se define como la forma externa o forma de acondicionamiento de un fármaco, que permite su administración por una vía que resulte eficaz para conseguir el efecto deseado. Son formas farmacéuticas los comprimidos, las cápsulas, los supositorios, etc. Por lo tanto, un mismo fármaco puede presentarse en diferentes formas farmacéuticas, según la vía de administración que se seleccione o esté disponible.
Según la forma farmacéutica se determina una u otra vía de administración. La vía de administración es la ruta que sigue el fármaco para alcanzar el torrente sanguíneo. Entre las vías más usuales se encuentran la oral, la intravenosa, la intramuscular, la subcutánea, la rectal y la tópica.
Hay que tener en cuenta que no todos los medicamentos se pueden presentar en todas las formas farmacéuticas ni pueden ser administrados por todas las vías. Para cada fármaco deberán determinarse las más adecuadas en función de sus características, puesto que algunos no pueden administrarse por vía oral porque se degradan, otros requieren excipientes que no permiten su administración por vía endovenosa pero sí intramuscular, etc. Por lo tanto, la elección de la forma farmacéutica y de la vía de administración viene determinada por las características del fármaco y su eficacia según la vía por la que se administre.
Vía Oral
En la vía de administración oral, el medicamento
es introducido en el organismo a través de la boca y actúa en el propio tubo
digestivo, o bien es absorbido en algún tramo de este, para pasar seguidamente
al torrente sanguíneo. Es una vía fácil y cómoda de usar en pacientes
conscientes y sin obstrucción del tubo gastrointestinal y, salvo que existan
problemas de absorción del fármaco o alguna contraindicación, es la vía de
elección.
Formas farmacéuticas de
administración oral
Formas farmacéuticas
sólidas orales
Existen dos tipos principales, las cápsulas y
los comprimidos.
Adicionalmente, en los últimos años cada vez
tienen más importancia las formas farmacéuticas o sistemas orales de liberación
modificada (conocidas también como liberación controlada).
Cápsula
Es un medicamento formado por el fármaco y una
cubierta. La cubierta tiene una función de protección y se disuelve en contacto
con los jugos gástricos.
Está hecha de gelatina, que puede ser de dos
tipos: a) gelatina dura, que tiene un producto sólido en el interior, y b)
gelatina blanda, con un producto líquido oleoso en el interior. Las cápsulas
permiten proteger el principio activo de la luz y la humedad, enmascaran olores
y sabores desagradables y evitan la irritación del tracto gastrointestinal por
parte de algunos medicamentos.
Comprimidos
Se obtienen por compresión mecánica del polvo
resultante de la mezcla de una materia prima (principio activo) + excipiente/s.
El excipiente es una sustancia inerte que
acompaña al principio activo para darle forma y cohesión y para conseguir una
biodisponibilidad adecuada; incluye vehículos, colorantes, conservantes,
saborizantes y edulcorantes.
Los comprimidos son la forma farmacéutica usada más habitualmente en pacientes adultos.
Formas farmacéuticas
de liberación modificada
El concepto de liberación modificada hace referencia a la aplicación de un proceso tecnológico a una sustancia química definida para modificar su interacción con el medio en el cual será utilizada, con el fin de controlar el lugar, el momento, la duración o la magnitud de su acción.
Actualmente se puede modificar y controlar la
liberación de principios activos medicamentosos por cualquiera de las vías de
administración, siendo la vía oral la que más desarrollo ha tenido para hallar
nuevas formas farmacéuticas de liberación modificada en el tracto
gastrointestinal. La terminología utilizada para definir las formas farmacéuticas
orales de liberación modificada es amplia y confusa. Existen diversas formas de
clasificación.
Formas farmacéuticas
líquidas orales
Tienen también diversas presentaciones:
JARABES, que suelen estar compuestos de: fármaco + azúcar + agua. Son formas farmacéuticas líquidas que contienen un elevado porcentaje de azúcar, lo que evita el crecimiento bacteriano y enmascara sabores desagradables del principio activo. En ocasiones, la estabilidad del fármaco obliga a preparar el jarabe inmediatamente antes de su administración (preparación extemporánea). Tanto su reconstitución como su conservación deben realizarse siguiendo las instrucciones del fabricante, puesto que se trata de fármacos y presentaciones poco estables. Consideraciones de enfermería:
– No disolver un jarabe con
efecto emoliente.
– Antes de administrar jarabes
a enfermos diabéticos, averiguar si contienen azúcar.
– El jarabe ha de ser, de todos
los medicamentos, el último que se administre.
• ELIXIRES. Su composición habitual es: fármaco
+ alcohol + agua + azúcar. Consideraciones
de enfermería:
– No administrar si el
medicamento presenta algún precipitado.
– Disolver en pequeñas
cantidades de agua para evitar la precipitación.
– Valorar las
contraindicaciones con otros fármacos.
– Conservar en recipientes herméticos
para proteger el medicamento de la luz y de temperaturas extremas.
– Utilizar con precaución en
pacientes alcohólicos.
• SUSPENSIÓN. Su principal característica es
que se trata de un fármaco insoluble o parcialmente soluble en agua. Consideraciones de enfermería:
– Agitar antes de administrar,
para homogeneizar el contenido.
– Disolver las suspensiones en
agua, excepto aquellas que tengan función de antiácido.
Fuente: Administración de Medicamentos y Cálculo de Dosis 3era Edición
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